Estudios demuestran que aproximadamente un 33% de los pacientes que han sufrido un ataque al corazón terminan desarrollando un grado de depresión, asegura el psicólogo Crozer Keystone.
La depresión es mucho más que un cambio temporal de ánimo, se puede detectar en cuanto a los comportamientos y actitudes. Por ejemplo, estar triste, sentirse desanimado, tener ideas suicidas son signos de depresión, si estos síntomas duran más de una semana y son entre cinco o más se puede estar padeciendo de esta afección y es importante consultar con un médico.
Las personas deben ser conscientes de la conexión que hay entre la cardiopatía y la depresión, señalo el especialista y agrego que hay muchos tratamientos disponibles.
Los especialistas resaltan la importancia antes de tratar la depresión, se debe reconocer que se necesita apoyo emocional, en muchos casos se puede recurrir a la familia, amigos, entre otros.
Algunas recomendaciones es contar con alguien de confianza, hablar con familiares, amigos quienes pueden ayudar. Además, es importante contar con asistencia psicológica, medicamentos o en algunas ocasiones ambas alternativas.
Liberarse de los sentimientos, expresándolos, escribiéndolos o hacer parte de un grupo de apoyo son otras formas de tratar esta afección. También mantenerse activo, hacer ejercicio ayuda a liberar endorfinas que contribuyen a sentirse mejor.
Las mujeres físicamente activas tienen menor riesgo de depresión y deterioro cognitivo, según la Asociación Americana del Corazón.
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