martes, 28 de junio de 2022

Varices / Enfermedades vasculares y del corazón

 


Qué es

La insuficiencia venosa crónica, también conocida como varices o venas varicosas, son venas hinchadas a causa de una acumulación anormal de sangre debido a la debilidad, a menudo heredada, en las paredes y válvulas de las venas superficiales. Esto hace que las venas se ensanchen y se dilaten, de manera que la sangre se acumula fácilmente cuando una persona permanece de pie durante mucho tiempo.

“Cuando la vena se dilata no cumple su función. Estas se encargan de realizar el retorno sanguíneo al corazón y eso implica que el flujo tenga que ir contra la gravedad: desde el pie hacia el corazón”, explica a CuídatePlus Andrés García León, director de la Unidad de Gestión Clínica de Angiología y Cirugía Vascular deGar Hospital Universitario Virgen de Valme (Sevilla) y miembro de la Sociedad Andaluza de Angiología y Cirugía Vascular. “Las venas tienen unas válvulas que impiden el retorno de ese flujo sanguíneo hacia el pie y facilitan la subida. Sin embargo, si la vena está dilatada, las válvulas no cumplen su función y el flujo se invierte, lo cual provoca que aumente la dilatación y se produzcan problemas como edemas, hinchazón de la pierna o, en fases más avanzadas, úlceras o flebitis (trombosis de una variz), entre otras".

Esta patología es mucho más frecuente en la mujer. La aparición de las varices es hasta cinco veces más frecuente en ellas que en los hombres. Se da habitualmente en las venas de las piernas, sin embargo, también pueden afectar al esófago, la región anal, la vulva o los testículos.

Causas

Entre las principales causas de la aparición de varices destacan tres.

En primer lugar, y si se trata de varices primarias, están las válvulas congénitamente defectuosas. Las válvulas son responsables de hacer circular la sangre hacia el corazón, por lo que si no funcionan correctamente la sangre se acumula en la vena provocando su hinchazón.

La tromboflebitis provoca el mismo efecto. En este caso, son trombos, o lo que es lo mismo, coágulos, los que dificultan la circulación. Esta situación puede darse, por ejemplo, tras prolongados periodos de reposo en cama.

La tercera causa más probable para la aparición de varices es el embarazo. Por suerte, las varices que aparecen durante el período de gestación son secundarias y tienden a desaparecer entre dos y tres semanas después del parto.

Síntomas

Las manifestaciones clínicas más comunes son:

  • Pesadez de piernas.
     
  • Aparición de varices con venas visibles.
     
  • Edema.
     
  • Hinchazón.
     
  • Aparición de dolor.
     
  • Calambres.
     
  • Sensación de acorchamiento.
     
  • En fases más avanzadas de la enfermedad pueden aparecer úlceras venosas, dermatitis ocre (oscurecimiento de la piel), o el sangrado en varices complicadas.



Prevención

En la actualidad, no existe ninguna medida que ayude a prevenir la aparición de las varices.

No obstante, García León destaca que un estilo de vida saludable; realizar ejercicio físico; y evitar el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo, contribuyen a que, si una persona tiene riesgo de desarrollar varices, estas estén más controladas.

Tipos

Existen diferentes formas de clasificar las varices. La principal, a nivel médico, es la clasificación CEAP (Clinical-Etiological-Anatomical-Pathophysiological, en inglés), que establece una graduación de las varices en función de la presentación clínica, de la etiología, de la anatomía de la vena y de la patofisiología de la misma.

A nivel general, García León indica que se pueden establecer dos tipos:

  • Varices superficiales. Es el tipo más frecuente. Conocidas como telangiectasias o arañas vasculares, son varices de pequeño tamaño, muy visibles, que suelen causar preocupación. “Este tipo de variz no suele tener mayor significación patológica y suele ser un problema principalmente estético, no suele provocar problemas en la piel de oscurecimiento o de dermatitis, ulceraciones o flebitis”, añade.
     
  • Varices tronculares. Pueden presentar diferentes grados de dilatación y son las varices propiamente dichas: venas dilatadas y que pueden ser más o menos visibles.

Diagnóstico

La primera recomendación que deben seguir los pacientes para que se les realice el diagnóstico es acudir a un especialista de cirugía vascular. El experto está plenamente capacitado para, solo con la clínica y una exploración física, dar un primer diagnóstico que suele ser bastante certero.

A continuación, la realización de un eco-Doppler venoso suele dar información más concreta de la anatomía de la variz y sobre las opciones terapéuticas que se pueden establecer.

Tratamientos

El tratamiento farmacológico de las varices está enfocado a aliviar los síntomas y evitar que el trastorno vaya a más. Algunos fármacos venotónicos que se administran por vía oral resultan eficaces. Los más empleados son Daflon (diosmina)Venosmil (hidrosmina) y Venoruton (oxerutinas), entre otros.

Para aliviar los síntomas, los expertos recomiendan asimismo una serie de medidas:

  • Utilizar medias de compresión. Estas prendas ayudan mecánicamente a impulsar la sangre desde los capilares hasta el corazón, impidiendo que se produzcan estiramientos o heridas. A pesar de la incomodidad que puedan suponer, su uso está especialmente indicado en los meses de verano, ya que con temperaturas superiores a los 25 grados existe riesgo de empeoramiento de los trastornos asociados al retorno venoso.


  •  
  • Evitar la exposición al sol durante largas horas, tumbados y sin moverse, y sobre todo durante las horas de máximo calor, lo que conduciría a un efecto vasodilatador intenso y prolongado.
     
  • Aplicar duchas de agua fría en las piernas, haciendo que el chorro impacte en círculos ascendentes.
     
  • Evitar permanecer de pie durante mucho tiempo, especialmente en el caso de personas con antecedentes familiares del mismo tipo.
     
  • Utilizar geles de efecto frío mediante masajes suaves en sentido ascendente o con activos venotónicos.
     
  • Tumbarse y elevar las piernas por encima de la altura del corazón, tras largos periodos sentados o de pie, y al dormir.
     
  • Caminar por la playa y bañarse de vez en cuando, ya que el agua fresca activa la circulación y mejora la sensación de piernas cansadas. En este caso, es necesario ducharse después del baño para retirar la sal, ya que seca la piel, y aplicar crema hidratante.
     
  • Evitar el sobrepeso, la obesidad y la vida sedentaria.
     
  • No usar ropa demasiado ceñida.
     
  • Utilizar zapatos cómodos, prescindiendo en la medida de lo posible de los tacones altos y del calzado plano.
     
  • Hidratar la piel a diario.
     
  • Utilizar protección solar todo el año, ya que ayuda a reducir la extravasación sanguínea.
     

También es posible recurrir a la cirugía. Cuando el cirujano opera las varices está actuando sobre la enfermedad ya establecida, sobre la variz que está causando el problema al paciente, pero el organismo puede seguir "generando" nuevas varices.

Por este motivo, los tratamientos actuales consisten en la eliminación de la variz desde el origen de la misma. Puede ser mediante dos procesos:

  • Mediante cirugía. El paciente puede tener un tratamiento quirúrgico o recibir la aplicación de calor. Ese calor puede aplicarse mediante la utilización de un catéter con un láser o de un catéter con radiofrecuencia.
     
  • Con sustancias químicas. A través de una microespuma que tiene una sustancia esclerosante para eliminar la variz. 


Resultados prometedores del sellado de las varices

En el XIII Simposio Internacional sobre Terapéutica Endovascular, celebrado en 2019, Juan Fontcuberta, jefe del Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular de los hospitales de Sanitas en Madrid, y Sandra Vicente, perteneciente al citado servicio, presentaron una nueva técnica para eliminar las varices sin necesidades de pasar por el quirófano. Este nuevo abordaje ha sido probado en 85 extremidades de 70 pacientes distintos en los hospitales universitarios Sanitas La Moraleja y La Zarzuela (ambos en Madrid).

La técnica consiste en el sellado de las venas enfermas con un adhesivo, provocando que la sangre se desvíe hacia venas sanas del sistema venoso profundo. “Su principal ventaja es que nos permite realizar el tratamiento de las varices fuera del quirófano y hacerlo con un éxito muy importante en régimen ambulatorio, lo que facilita que los pacientes se reintegren a sus vidas habituales en 24 horas”, explica Fontcuberta.

Este especialista añade que “el empleo de esta técnica evita la posibilidad de lesiones térmicas en nervios situados en la proximidad de la vena tratada, ya que el adhesivo no transmite calor a las estructuras cercanas, como sí sucede con las técnicas endoláser o radiofrecuencia. Además, no es necesario llevar medias de compresión tras el tratamiento, lo que facilita la posibilidad de realizar este abordaje durante todo el año, incluyendo el verano”.



Otros datos

Las varices son la enfermedad vascular más frecuente. Afectan a entre el 20 y el 30% de la población adulta y su prevalencia aumenta con el envejecimiento. De hecho, a partir de los 50 años casi la mitad de la población tiene un grado u otro de insuficiencia venosa. 

Pronóstico

El pronóstico de la insuficiencia venosa crónica suele ser benigno. Sin embargo, si las varices no están bien tratadas pueden provocar una pérdida de la calidad de vida del paciente debido a las molestias de la patología, como la pesadez y el dolor, que se incrementan en la época estival.

Factores de riesgo

Existen tres factores que incrementan el riesgo de desarrollar varices:

  • Tener antecedentes familiares.
     
  • Los embarazos, por eso es más frecuente en mujeres.
     
  • La obesidad, el sobrepeso y la vida sedentaria también aumentaría la presencia de las varices.

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