jueves, 31 de agosto de 2023

Tres preguntas esenciales



 ¿Qué le impide confiar en Dios por completo?

31 de agosto de 2023

Éxodo 3.1-15

En el pasaje de hoy, Moisés necesitaba saber tres cosas. Para ofrecernos al Señor por completo, también necesitamos las respuestas a las siguientes preguntas:

1. ¿QUIÉN ES DIOS? En Éxodo 3, Dios usó una zarza ardiente para llamar la atención de Moisés, y luego se le presentó como el Dios de sus antepasados (Ex 3.2, 6). Él reiteró su identidad cuatro veces en este breve pasaje. Sabía que Moisés no podría dar el primer paso de fe hasta que conociera a Aquel con quien estaba hablando. Del mismo modo, nosotros no podemos entregarnos a Dios hasta conocerlo por medio de Cristo.

2. ¿QUIÉN SOY YO? Una vez que Moisés supo quién era Dios, su siguiente pregunta creó un agudo contraste: De acuerdo, sé quién eres tú, pero ¿quién soy yo? (Ex 3.11). ¿No es maravilloso que el Señor respondiera a la pregunta de Moisés con una promesa? En el versículo 12, Él contestó: Yo te diré quién eres —tú eres aquel con quien yo soy.

3. ¿POR QUÉ ESTOY AQUÍ? Solo hay una razón por la que estamos vivos hoy; pasajes como Mateo 5.16Romanos 15.5, 61 Corintios 6.19, 20 y 1 Pedro 2.12 dejan claro que nuestra tarea es glorificar y honrar a Dios por medio de nuestra manera de vivir, hablar y amar.           

Conocer estas verdades renovará su compromiso con el Señor.

Biblia en un añoEzequiel 13-16

El Contentamiento es una Señal de la Madurez Espiritual



POR RICK WARREN — AGOSTO 31, 2023

 “Disfruta de lo que tienes en lugar de desear lo que no tienes; soñar con tener cada vez más no tiene sentido, es como perseguir el viento”. Eclesiastés 6:9 (NTV)

En lugar de lamentarnos, debemos estar agradecidos. En lugar de quejarnos, debemos recordar que todo es un regalo de Dios.

La Biblia dice en 1 Corintios 4:7-8, “Pues, ¿qué derecho tienen a juzgar así? ¿Qué tienen que Dios no les haya dado? Y si todo lo que tienen proviene de Dios, ¿por qué se jactan como si no fuera un regalo? Ustedes piensan que ya tienen todo lo que necesitan” (NTV).

La envidia siempre pregunta, “¿Por qué ellos?” “¿Por qué él tiene mejor salud?” “¿Por qué ella tiene un trabajo y un marido, y yo no tengo ninguno de los dos?”.

La gratitud dice, “¿Por qué yo?” “¿por qué tengo agua limpia para beber cuando tanta gente en mundo no tiene?” “¿Por qué no estoy bajo persecución? ¿Por qué no estoy en prisión por causa de mi fe?”.

La envidia se basa en el mito de que tienes que tener más para ser más feliz. No es verdad. La felicidad es una elección. Si no eres feliz ahora, no serás feliz con más. Puedo dar testimonio de personas que tienen mucho más que tú, y no les hace más felices. Eres tan feliz como decides serlo.

Eclesiastés 6:9 dice, “Disfruta de lo que tienes en lugar de desear lo que no tienes; soñar con tener cada vez más no tiene sentido, es como perseguir el viento” (NTV). Esto se llama contentamiento. Todos nosotros necesitamos aprender a tener contentamiento.

¿Por qué? Porque por naturaleza no eres una persona contenta. ¡Ninguno de nosotros lo es! No es natural estar contento. Es signo de madurez tener contentamiento. Los bebés no están contentos. A menos que todo esté a su manera, ellos no están satisfechos. La madurez es aprender a estar contento cuando las cosas no van a tu manera. Es mejor estar satisfecho con lo que tienes que siempre querer algo más.

Déjame aclarar: La envidia no es desear; desear es bueno. La envidia no es ambición; la ambición es buena; debes ser ambicioso y trabajar por buenas cosas en tu vida. La envidia no es soñar; fuiste creado para soñar. La envidia no es tener metas; debes tener metas en tu vida. Los sueños, las ambiciones, las metas y los deseos son cosas que Dios puso en ti.

La envidia es resentir que otras personas ya tengan algo y pensar que tú no puedes ser feliz hasta que tú también lo tengas. Ambas cosas son mentira. En vez de eso aprende a ser agradecido por quién eres y por lo que tienes. ¡Todo lo que tienes es un regalo de parte de Dios!

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Qué puedes hacer hoy para practicar la gratitud?
  • Cuando sientas la tentación de estar resentido con alguien por lo que esa persona tiene o es, ¿cómo puedes convertirlo en gratitud? ¿Qué deberías decirle a esa persona?
  • ¿Por qué crees que Dios hace de la felicidad una elección?
Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; haz esta oración.
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10 razones para leer la Biblia todos los días

 


JOHN PIPER

Al comienzo de la semana, en el episodio 1510 (en inglés), hablamos de llevar a alguien a Cristo y el pastor John nos guió a través de cuatro cofres de tesoro. Hoy hablamos con nuevos creyentes, y esto proviene de un correo electrónico de un oyente anónimo que es nuevo creyente. «Pastor John, gracias por este podcast. Estoy abrumado por lo mucho que no conozco de la Biblia. Quiero tener conocimiento de las Escrituras para que puedan guiarme y poder utilizarlas para guiar a otros en el futuro. Pero es demasiado y no sé por dónde empezar. Si estuviera estudiando para un examen en una clase, comenzaría con una lista de temas esenciales que serán evaluados. Pero con la Biblia, siento que la prueba es la vida y no sé lo que necesito saber para estar preparado, si eso tiene sentido. En otras palabras, ¿por dónde empiezo? ¿Cuál es la primera y más esencial cosa que necesito saber para seguir a Cristo leyendo su Palabra?».


Bueno, es muy probable que mi respuesta sea un poco frustrante, porque él está pidiendo una verdad particular en la Biblia y yo voy a responder: «Biblia, Biblia, Biblia, Biblia».

Absolutamente esencial

Nunca he conocido a un cristiano maduro, fructífero, fuerte y con discernimiento espiritual que no esté lleno de las Escrituras, dedicado a la meditación regular de la Biblia y con tendencia a almacenarlas en el corazón a través de la memorización. Eso no es una coincidencia. Por lo tanto, lo que quiero hacer es convencer a nuestro nuevo amigo creyente de que, después de haber llegado a la fe en Cristo, es absolutamente esencial estar dedicado de una manera radical, profunda y experiencial, permaneciendo firme e inquebrantablemente persuadido de que leer, meditar, comprender, memorizar y disfrutar de las Escrituras es absolutamente esencial para la vida cristiana. Esto incluye estar en la Palabra todos los días con el objetivo de encontrarnos allí con Dios y, poco a poco, la gloria de su verdad llenará y transformará nuestras vidas.

Eso puede parecer obvio para algunos, pero no lo es. Conozco bastante bien a cristianos que no hacen esto y no lo hacen aunque han sido cristianos durante años; son apáticos. Piensan que es opcional porque ya saben mucho y leen tantos otros libros. No lo considero un hábito muy bueno en absoluto. Creo que es peligroso.

Diez razones para leer todos los días

Por lo tanto, tengo diez razones por las que creo esto; diez razones para hacer de la lectura, comprensión y memorización bíblica aspectos esenciales para la vida cristiana. Resiste los sentimientos de autosuficiencia que dicen: «No necesito la Escritura todos los días». Estas son mis diez razones.

1. La Escritura salva

«Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza. Persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan» (1 Timoteo 4:16).

La salvación le ha sucedido al pueblo de Dios, la salvación le está sucediendo en este momento al pueblo de Dios y la salvación sucederá completamente en la resurrección del pueblo de Dios. Está sucediendo ahora a través de un medio. Pablo dice que hay que aferrarse a la enseñanza para asegurar la salvación de sí mismo. Dios nos salva día tras día a través de las Escrituras.

2. Las Escrituras liberan de Satanás

«Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres» (Juan 8:32)

El contexto aquí es que Jesús está mostrando a los líderes judíos que, aunque piensen que no son esclavos, «Ustedes son de su padre el diablo y quieren hacer los deseos de su padre» (Jn 8:44). Satanás es tu enemigo, joven cristiano. Él es mil veces más fuerte que tú. Por lo tanto, Juan escribe a los creyentes jóvenes:

«Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes y han vencido al maligno» (1 Juan 2:14).

Esta es nuestra única esperanza de derrotar a un enemigo sobrenatural. Cada vez que Jesús era tentado por el diablo (Mt 4:1-11Mr 1:12-13Lc 4:1-13), golpeaba con «la espada del Espíritu que es la palabra de Dios» (Ef 6:17). Él la tenía memorizada, por lo que no tenía que llevar un libro en el desierto.

Dios nos salva día tras día a través de las Escrituras

3. Las Escrituras imparten gracia y paz

«Gracia y paz les sean multiplicadas a ustedes en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor» (2 Pedro 1:2).

El conocimiento de Dios obtenido a través de las Escrituras no es idéntico a la gracia, pero Pedro dice que es un medio de gracia. Pedro dice que si queremos tener paz y poder a través de la gracia divina, esto sucede «en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor». Ese conocimiento se encuentra en un solo lugar: la Escritura.

4. Las Escrituras santifican

Jesús oró:

«Santifícalos en la verdad; Tu palabra es verdad» (Juan 17:17).

La santificación es el proceso de hacerse santo, es decir, llegar a ser más semejante a Cristo y como Dios, que es perfectamente santo. Esto no es opcional. Hebreos 12:14 dice: «Busquen… la santidad, sin la cual nadie verá al Señor».

No nos volvemos perfectos en esta vida, pero sí nos volvemos santos. Dios santifica a su pueblo. Jesús ora a su Padre: «Santifícalos en la verdad; Tu palabra es verdad» (Jn 17:17). No podría ser más claro o más importante.

5. Las Escrituras dan gozo

«… habiendo recibido la palabra, en medio de mucha tribulación, con el gozo del Espíritu Santo» (1 Tesalonicenses 1:6)

«En la ley del Señor está su deleite, y en Su ley medita de día y de noche» (Salmo 1:2).

La vida sin gozo es insoportable. La vida cristiana es una vida de muchas aflicciones. Pero en todas ellas, Dios sostiene el gozo y lo hace por las Escrituras.

6. Las Escrituras nos protegen del error destructivo

«Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios… Entonces ya no seremos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina»  (Efesios 4:13-14).

¿Cómo pueden los jóvenes cristianos dejar de ser hojas sacudidas por los vientos y opiniones culturales y teológicas? Respuesta: «la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios»; conocimiento que experimentan no como la opinión del hombre, sino como la Palabra de Dios. Eso se encuentra en un solo lugar: las Escrituras.

Todos estamos asignados en cierta medida para manejar la Palabra de Dios

7. La Escritura es la esperanza del cielo

Lo que quiero decir con esto es que la comprensión plena, el goce pleno de la verdad de las Escrituras, solo se experimentará en el cielo.

«Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido» (1 Corintios 13:12).

El conocimiento de Dios —toda la plenitud que un ser creado puede comprender y disfrutar con toda propiedad— no nos será retenido de manera indefinida. Las frustraciones de nuestras actuales limitaciones de comprensión y disfrute serán eliminadas. Qué apropiado es, entonces, que estemos creciendo siempre en lo que será nuestra alegría final en la era venidera.

8. La Escritura será resistida por algunos

«Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, conforme a sus propios deseos, acumularán para sí maestros» (2 Timoteo 4:3).

En otras palabras, necesitamos conocer las Escrituras para que no seamos tomados desprevenidos o desorientados por falsos maestros. Necesitamos recibir las Escrituras con regularidad para estar listos para encontrarnos con aquellos que se niegan a recibirlas.

9. El manejo correcto de las Escrituras es aprobado por Dios.

«Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad» (2 Timoteo 2:15).

Ser asignado a hacer una tarea muy importante y luego encontrar al maestro dando su aprobación a lo que Él te ha pedido que hagas es algo precioso. Todos hemos sido asignados, en cierta medida, a manejar la Palabra de Dios. Qué maravillosa oportunidad de agradar al Señor.

10. La Escritura da y sostiene la vida

«No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios»  (Mateo 4:4)

La vida espiritual, la vida eterna, al igual que la vida física, debe alimentarse, no con pan, sino con la Palabra de Dios. Si piensas que tienes la vida eterna como una especie de vacunación contra el infierno y que no necesitas alimento, no sabes lo que es la vida espiritual.

Por lo tanto, estas son diez razones por las que los jóvenes creyentes deben desear con todas sus fuerzas —con todo el poder que Dios les da— hacer que la lectura, la meditación, la comprensión y la memorización de las Escrituras sean esenciales, no negociables, en su vida cristiana.


Publicado originalmente en Desiring God. Traducido por Sergio Paz.


miércoles, 30 de agosto de 2023

Razones para leer la Biblia y volverse más saludable



 Estuve pensando sobre un artículo que habla de 11 razones para leer la Biblia. Estoy de acuerdo con todo lo que propone la autora, que menciona que la lectura de la Biblia nos hace más sabios; nos ayuda a vencer las tentaciones que enfrentamos todos los días; nos trae paz y es una guía para la vida; nos ayuda a estar conscientes de nuestra relación con Dios; nos enseña historia y nos hace entender la vida de Jesús; nos habla de fe y no de una religión; y puede transformar nuestra vida para bien porque nos da una nueva perspectiva.

Después de leer eso, me quedé pensando acerca de por qué leo la Biblia todos los días y cuáles son los beneficios que esa lectura ha traído a mi vida.

Empecé a leerla cuando tenía aproximadamente 11 años. Primero fue por curiosidad pues mi padre la tenía abierta en su habitación. Pero a partir de los 12 empecé a leerla a diario, junto con el libro de Mary Baker Eddy, Ciencia y Salud, que la explica bajo un punto de vista espiritual y trae La llave de las escrituras, contenida en 3 capítulos: Génesis, Apocalipsis y Glosario. Este último es como un mini diccionario, pero los tres capítulos fueron y todavía son fundamentales para mi comprensión global de todos los libros que componen las Sagradas Escrituras.

Un estudio realizado por el Pew Research Center confirma que tres cuartos de los cristianos en los Estados Unidos cree que la Biblia es la palabra de Dios, y yo soy una de ellos. Lo digo porque, aunque la Biblia contiene muchos datos históricos, me baso en la palabra inspirada de la Biblia para comprender mi relación con Dios, para guiarme en las decisiones cotidianas, y para comprender la existencia, tanto en este plano humano como en la vida eterna.

Por ejemplo, el primer capítulo del Génesis dice que Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza. Pero la Biblia también define a Dios de varias maneras, como espíritu, como amor, como verdad, y otros términos que no son “humanos”. Y estas definiciones nos ayudan a comprender que, por ser la semejanza de Dios, no somos meramente “humanos”, sino mucho más que eso; somos expresiones del espíritu, y por lo tanto, espirituales; del amor, y por lo tanto amorosos; de la verdad, y por lo tanto verdaderos, auténticos, dignos.

Me encanta ver en la Biblia cómo el concepto sobre Dios va evolucionando. En el Antiguo Testamento, el libro de los Reyes cuenta que Elías tiene la revelación en el monte Horeb de que Dios no está en el viento, en el terremoto, ni tampoco en el fuego, pero sí en la tranquilidad y en la paz. Eso me ayuda siempre que enfrento algún problema. Es en la paz interior donde encuentro a Dios, y desde allí puedo buscar soluciones.

Algo parecido aparece en Isaías, libro escrito por 3 profetas del mismo nombre; allí se afirma que en descanso y reposo somos salvos; en quietud y confianza está nuestra fortaleza. Como las palabras “salvo”, “salvación” y “salud” tienen la misma raíz, estas ideas de descansar, reposar, callarse y confiar totalmente en Dios también me son extremamente importantes cuando busco curación física para mí misma o para los demás.

Cuando nos sentimos salvados por Dios, cuando sentimos su amor y cuidado, encontramos la salud espiritual que se manifiesta en nuestro cuerpo. Y aun cuando quizás venga el temor o la sensación de soledad, el capítulo 41 de Isaías nos asegura que Dios es el amigo siempre a nuestro lado que dice: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.

A su vez, el Nuevo Testamento es para mí la mejor guía para vivir en paz con Dios, con uno mismo y con los demás. El ejemplo y las enseñanzas de Jesús, de sus apóstoles y discípulos nos muestran cómo vivir sin juzgarse a uno mismo ni a los demás, cómo sentir y demostrar el amor incondicional que sana y trae alegría, cómo vivir con honradez y contribuir a un mundo más sano, equilibrado y justo.

¿Qué es lo que puede sustentar este mundo más sano? ¿Podrían ser leyes de armonía, leyes del Amor, leyes de la creación perfecta de Dios? La palabra “ley” aparece casi 500 veces en la Biblia, y no tengo duda de que leerla buscando entender y poner en práctica esas leyes en relación a la existencia nos lleva a pensar más profundamente acerca del orden, el equilibrio y la salud, y a verlos expresados más a menudo en nuestra vida diaria.

Mi oración constante es que, al fin y al cabo, todos puedan ver y sentir que “el cumplimiento de la ley es el amor” incondicional que la Biblia nos enseña, y que sí hay muy buenas razones para leerla.

Lessa es maestra de la Ciencia Cristiana y escribe sobre la relación entre el pensamiento, la espiritualidad y la salud.

Confiar en la fuente

 


Cada necesidad es una oportunidad para que confiemos en Dios y veamos su fiel provisión.

30 de agosto de 2023

1 Reyes 17.8-16

A nadie le gusta estar necesitado. Pero desde la perspectiva del Señor, puede ser espiritualmente beneficioso. Cuando tocamos fondo, descubrimos que toda provisión viene de Él. El Señor utiliza diversos instrumentos para satisfacer las necesidades, pero solo Él es la fuente de todo.

Elías había aprendido a vivir por fe en los inusuales caminos del Señor: había sido alimentado por cuervos. Ahora Dios lo envió a una viuda que estaba pereciendo de hambre y que no podía darle de comer. Cada necesidad económica es una oportunidad para aprender a andar por fe, confiando en que el Señor es nuestra fuente. La prosperidad puede impedir que veamos cuán inadecuados somos para saciar nuestras necesidades.

Convencido de que Dios proveería para él, Elías pudo presenciar una milagrosa intervención divina. Es posible que no veamos al Señor realizar una obra sobrenatural en nuestras finanzas. Sin embargo, su Palabra nos dice: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Fil 4.19).

¿Se está enfocando usted en el instrumento o en la fuente de su provisión? Los medios que Dios usa pueden cambiar, pero su fidelidad permanece para siempre. El Señor le invita a confiar en Él y a vivir tanto en la aventura como en la seguridad de una vida de fe.

Biblia en un año: Ezequiel 10-12

El Amor Celebra la Bondad de Dios con los Demás



 POR RICK WARREN — AGOSTO 30, 2023

“Gocémonos con los que se gozan y lloremos con los que lloran”. Romanos 12:15 (RVC)

La Biblia nos dice “gocémonos con los que se gozan y lloremos con los que lloran” Romanos 12:15 (RVC). ¿Has notado que la segunda parte de la oración es fácil, pero la primera parte puede ser verdaderamente difícil?

Cuando alguien está teniendo un tiempo difícil, es fácil sentir simpatía. Es fácil alentar las personas cuando se encuentran desanimadas. Pero lo que a veces no podemos soportar es que la persona reciba un ascenso. No somos muy buenos para manejar el éxito de otras personas. En vez de regocijarnos en ello, lo resentimos. De hecho, deseamos que sucedan malas cosas a las personas, porque de alguna forma pensamos que si apagamos las velas de los demás, las nuestras brillarán con más intensidad.

Hay suficiente Gracia de Dios para todos. Si Dios quiere dar a otros la misma cantidad, ¿qué importa? Ni siquiera debería de estar preocupado de lo que Él le quiere dar a otras personas. Debería estar preocupado de lo que yo estoy haciendo con lo que se me ha dado.

Déjame que te explique algo sobre la envidia. La envidia ocurre cerca de ti. Ocurre en tu relación con las personas que te rodean. Normalmente no envidias a la gente con la que no te relacionas. Puedes tener una especie de adoración de ídolo que dice: “Ojalá fuera como esa super estrella”. Pero en realidad no es tan irritante como la gente más cercana a ti. Esas son las personas en las que más te cuesta ver el éxito: tu familia y tus amigos.

La envidia es un mal insidioso. Devalúa a los otros, destruye relaciones, y te hace miserable. Está escondida, pero es destructiva. Provoca que te pierdas momentos muy felices.

Te hubiera gustado estar casado, pero no lo estás. O estuviste casado, pero se terminó. Ahora odias las bodas. Cuando recibes una invitación a una boda comienzas a resentir. No te gustan las bodas. porque piensas que cuando la vela de otro está brillando, apagará la tuya. Estás equivocado.

Disfrutarás mucho más de la vida si aprendes a gozarte del éxito de las demás personas. Si solamente eres feliz cuando las cosas van bien para ti, serás miserable la mayor parte de tu vida, porque las cosas no siempre irán bien para ti, ni para nadie más. Pero si aprendes a alegrarte del éxito de otras personas y disfrutas de la celebración de otros, puedes estar feliz todo el tiempo.

La Biblia dice en 1 Corintios 13:4, “El amor no tiene envidia”. La envidia es la cosa menos amorosa que puedes hacerle a alguien. El amor no es envidioso.

El amor celebra la bondad de Dios para con otros.

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Quiénes son las personas a las que llamas cuando quieres celebrar algo bueno en tu vida? ¿Eres ese tipo de amigo para los demás?
  • ¿Cómo has visto que la envidia destruye una relación?
  • ¿De qué manera tiende la envidia a colarse en nuestros corazones? ¿Qué puedes hacer para evitar que se apodere de tu corazón?
Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; haz esta oración.
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