Parque Nacional de la Bahía de los Glaciares, Alaska. Fotografía por Charles F. Stanley. |
En los altibajos de la vida, Dios está con nosotros y promete obrar todo para nuestro bien y su gloria.
Probablemente usted se ha preguntado alguna vez: ¿Está Dios realmente involucrado en los detalles de mi vida? Si es como la mayoría de las personas, es fácil creer que Dios está en las cosas buenas. Seguramente que está en sus éxitos, en sus relaciones sólidas y en su buena salud física. Pero quizás se pregunte si también está en sus fracasos, sus relaciones rotas y sus enfermedades. ¡Buena noticia: ¡Sí está!
Tenga en cuenta una diferencia importante: Que Dios esté en todo no significa que Él esté causando todo lo que nos suceda. Después de todo, vivimos en un mundo caído lleno de quebranto y pecado. Siempre habrá problemas con los cuales lidiar en este mundo. Entonces, aunque Dios no crea cada circunstancia que enfrentamos, sí permite cada circunstancia. Al hacerlo, está entretejiendo las partes buenas y las partes difíciles de nuestras vidas para nuestro beneficio a largo plazo y para su gloria.
Nada de lo que enfrentamos ha pasado desapercibido por nuestro Dios soberano. Todo está bajo su control. Cuando decidimos confiar en su bondad suprema, podemos recibir las alegrías de hoy con agradecimiento y aceptar las dificultades con paz. Es la paz de saber que Dios está con nosotros, por nosotros, y que siempre obra para el bien de quienes lo aman.
Biblia en un año: 2 SAMUEL 1-3
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