POR RICK WARREN — MAYO 27, 2024
“¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien”. Salmo 139:14 (NTV)
Cuando las personas están heridas, necesitan una verdad sencilla, no una verdad simplista. No es suficiente decirle a alguien que ore, lea la Biblia, o que vaya a la iglesia. Tienes que ayudarlos a conocer como cambiar sus vidas.
Y no podemos hacer cambios en nuestras vidas hasta que entendamos nuestra identidad. No puedes convertirte en todo lo que Dios quiere que seas hasta que abraces tu identidad.
Tú eres maravillosamente complejo (Salmo 139:14). Para cumplir el propósito de Dios, tienes que mirar todas las dimensiones de tu vida y entender cinco factores que influyen en tu identidad. Entonces, tendrás que hacer lo mejor con lo que se te ha dado. A todos se nos han dado diferentes padres, dolores, problemas, y potencial, pero todos daremos cuenta un día por lo que hicimos con esos aspectos.
Es como un juego de cinco cartas: Tú no barajas las cartas. Tú no eliges tus cartas. Tienes que jugar con la mano de cartas que se te dio.
El primer factor que te hace quien eres es tu química. Esto es, tu ADN, tus genes, tus hormonas, tu construcción química. Algunos de ustedes nacieron con una hipersensibilidad; otros tienen una gran tolerancia al dolor. Algunos de ustedes tienen poca energía; otros están rebotando entre las paredes. Algunos de ustedes tienen espaldas propensas a fallar, vista débil o huesos frágiles. Algunos de ustedes tienen bajos niveles de oxitocina, una hormona que afecta como nos relacionamos con otras personas.
No todos los defectos avergüenzan o son pecaminosos —¡Es la forma en la que Dios te creó! Me compré unos jeans desgastados que tenían una etiqueta que decía: “Estos jeans tienen marcas intencionales para hacerlos únicos”. Tus “genes” son lo mismo: Tienen defectos que te hacen único. Aquellas marcas son parte de tu diseño personalizado, Dios las planeó para Su propósito y gloria.
Nunca serás capaz de hacer un cambio en tu vida o cumplir el propósito de Dios para tu vida, hasta que entiendas que eres maravillosamente complejo y con marcas únicas para la gloria de Dios.
La pregunta entonces es esta: ¿Qué vas a hacer con la mano que te tocó?
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuáles son las marcas que te hacen único?
- ¿Cómo puedes usar esos defectos para darle gloria a Dios?
- ¿Cómo funciona la sociedad con la contradicción de la verdad de que tus defectos tienen un propósito?
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