Aunque los vaqueros más famosos del viejo oeste eran hombres blancos como Roy Rogers y Billy the Kid, uno de cada cuatro vaqueros de Estados Unidos era afroamericano. Muchos de los esclavos de los siglos XVII y XVIII estaban familiarizados con el pastoreo de ganado de sus tierras de África Occidental. Esto trae a los historiadores la cuestión del nombre "Cowboy" y si fue hecho o no de pastores de vacas esclavas.
La vida del vaquero negro era más dura que la mayoría. Fue el vaquero negro quien rompió los caballos y pastoreó el ganado a través de los ríos. Aunque aceptaron los trabajos más difíciles, era mejor ser un vaquero negro en el rancho que un esclavo en la plantación recogiendo algodón.
La vida y el legado de los vaqueros negros siguen vivos a través de la Federación de Vaqueros Negros. La organización saca a los niños del centro de la ciudad de la calle y les enseña la vida a caballo. Las herramientas fundamentales que aprenden en Cedar Lane les dan esperanza de un futuro brillante, algo que muchos de ellos puede no haber tenido en su entorno plagado de delincuencia e infestado de drogas. Cada niño aprende responsabilidad antes de que se le dé el privilegio de montar. Deben aprender a cuidar completamente sus establos. El rancho de la Federación de Vaqueros Negros se encuentra cerca de Queens, Nueva York, con solo una valla blanca que los separa de las concurridas calles de la ciudad.
Se prestó poca o ninguna atención a los vaqueros negros que dejeron su huella en la historia occidental por Hollywood. Pilotos como William "Bill" Pickett, Stagecoach Mary, Nat Love y Bass Reeves estaban entre los más famosos.
Los documentalistas John Ferguson y Gregg MacDonald han creado "The Forgotten Cowboys", en el que siguen a los vaqueros negros contemporáneos de hoy, como Jason Griffin, que es cuatro veces campeón mundial de jinetes a pelo, mientras reflexiona sobre los jinetes negros del pasado.
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