“Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida”. 1 Juan 5:11-12 (NVI)
Si vas hoy a un centro comercial y le preguntas a las personas si creen que van a ir al cielo o al infierno, escucharás a muchos de ellos decir: “Espero que iré al cielo”.
Pero la esperanza no es suficiente. Yo oro para que esta no sea tu respuesta. Tu destino eterno es demasiado importante para que no lo sepas con seguridad.
Es tonto no estar preparado para lo que sabemos será inevitable: La muerte. ¡Las estadísticas más recientes muestran que las tasas de mortalidad en el mundo se mantienen al 100%!
No tienes garantizado otro minuto en este planeta, mucho menos otra hora. No pospongas la elección más importante que jamás harás.
La Biblia dice en 1 Juan 5:11-12 “Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida” (NVI).
Eso es lo más claro que podrás tener. Si tienes a Jesús, tienes la vida. Si no tienes a Jesús, no tienes la vida. Tienes una elección.
No irás al cielo a causa de la fe de alguien más. Nunca irás al cielo debido a las elecciones de alguien más.
¡Es tu decisión! Tendrás que decidir donde pasarás la eternidad.
Este es el por qué Navidad y Pascua son tan importantes. Si Jesús no hubiera venido en Navidad, y entonces no hubiera vuelto a la vida en Pascua, no tendríamos esperanza. Nada de lo que hiciéramos importaría. No tendrías esta opción.
La cruz es la respuesta a nuestro más profundo problema: Nuestra separación de Dios.
La Biblia dice, “Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y porque aún no les habían quitado la naturaleza pecaminosa. Entonces Dios les dio vida con Cristo al perdonar todos nuestros pecados. Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz” (Colosenses 2:13-14 NTV).
Reflexiona sobre esto:
- Darte cuenta de que no tienes seguro otro segundo en la tierra, ¿le da urgencia a que te decidas a seguir a Jesús o a la decisión que tus amigos y familiares deben hacer?
- ¿Quién en tu vida necesita leer el mensaje de este devocional? ¿Cómo puedes desarrollar una relación hasta el punto de que puedas compartir este mensaje con ellos?
- Si la decisión de seguir a Jesús y tener vida o rechazarlo y no tener una vida es tan clara y completa, ¿Por qué es tan difícil para algunas personas hacerla?
Oración de compromiso con Jesús
Si estás listo para entregar tu vida a Jesucristo, entonces haz esta oración:
“Señor Jesús, tú has prometido que, si yo creo en ti, todo lo que haya hecho mal será perdonado, aprenderé el propósito de mi vida y tú me aceptarás en tu casa eterna en el cielo un día.
Confieso mi pecado, y creo que tú eres Dios, mi Salvador. Te recibo en mi vida como mi Señor. Hoy entrego bajo tu control cada parte de mi vida. Tienes el derecho de tomar las decisiones en mi vida.
Jesús, quiero descansar en tu amor. Gracias a que no tengo que ganarlo o merecerlo o trabajar por ello. Quiero usar el resto de mi vida para servirte en lugar de servirme a mí mismo. Humildemente entrego mi vida a ti y te pido que me salves y me aceptes en tu familia. Oro en el nombre de Jesús. ¡Amén!”.
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