NECESITO cambiarme el coche.
NECESITO un iphone.
NECESITO una semana en el Caribe.
NECESITO un cambio de vida.
NECESITO encontrar alguien que me quiera.
NECESITO que mi jefe deje de pedir cosas absurdas.
NECESITO aprobar este examen.
NECESITO…
¿Cuántas veces oís o pensáis la palabra «NECESITO» cada día?
La semana pasada Rafael Santandreu, autor del libro “ El arte de no amargarse la vida” defendía en televisión que para estar bien necesitamos muy pocas cosas, básicamente comida y cobijo!
Algunos contertulianos no compartían esta afirmación. Para estar bien necesitamos tener objetivos por los que luchar, necesitamos tener un entorno que nos quiera…
Él les contestaba, no!!! Esto son cosas que nos gusta tener, pero no las necesitamos.
Realmente el diálogo era de lo más interesante. Era una buena oportunidad para reflexionar sobre nuestro enfoque y también sobre nuestro lenguaje.
Es bueno querer ahorrar para cambiarse el coche, comprarse un iphone o permitirse unas vacaciones, pero es buenísimo ser consciente de que si no lo consigo no pasa nada, también estaré bien.. Me puede gustar tener a mi lado a alguien que me quiera pero si en un momento dado no lo tengo también podré estar bien.
¿Veis la diferencia en el enfoque?
Y por último, remarcar una vez más la importancia que tiene el lenguaje en nuestras emociones. El lenguaje que utilizo para pensar es el que provoca las emociones que voy a sentir.
Si NECESITO una cosa y no la consigo, sentiré frustración, rabia, impotencia!!!!!
Mientras que si no es que lo necesite sino que me hubiese gustado tenerlo pero sin ello también podré estar bien, la emoción se diluye y por tanto me sentiré mucho mejor.
No obstante, todo esto NO SIGNIFICA que no debamos tener objetivos , que no debamos marcarnos metas, y por supuesto que renunciemos a toda aspiración a mejorar en cualquier aspecto de nuestra vida, ya sea material o inmaterial.
Al contrario, es bueno y muy saludable que nos fijemos metas, objetivos, que tengamos sueños y que nos esforcemos todo lo posible por hacerlos realidad. El trabajo por perseguirlos y conseguirlos dará mucho más sentido a nuestras vidas y nos hará sentir bien, pero OJO!
Se trata de no hacer depender nuestra felicidad de falsas necesidades y por lo tanto modular y racionalizar la frustración en caso de no conseguirlo.
Os atrevéis a revisar el lenguaje que utilizáis para pensar??? El resultado os sorprenderá seguro!!!!!
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