Juntos en el consuelo

Kauai, Hawái. Fotografía por Charles F. Stanley.

 Gracias al amor inquebrantable de Dios, estamos plenamente equipados para preocuparnos por los demás.

10 de junio de 2024

1 Juan 4.19-21

¿Qué ventajas tiene vivir en unidad? Pablo dice que es el “consuelo de amor” que encontramos en Cristo (Fil 2.1). El consuelo, sabemos, es algo que valora el mundo de hoy por encima de la mayoría de las cosas. Pero aunque el mundo ha hecho de este deseo el objetivo de una búsqueda interminable, Pablo enseña que el amor de Dios lo proporciona.

El salmista describe a Dios como “clemente y misericordioso” (Sal 145.8). Por eso, mientras los israelitas se preparaban para entrar en la tierra prometida, Moisés pudo decirles: “El Señor tu Dios te ama” (Dt 23.5 LBLA). Y cuando ese mismo pueblo fue nuevamente llevado al exilio y a la cautividad, Dios les recordó a través de Jeremías: “Con amor eterno te he amado” (Jer 31.3). Luego, en el Nuevo Testamento, el Señor le dijo a Nicodemo que el plan de salvación de Dios se basa en su amor (Jn 3.16). En resumen, experimentamos consuelo porque Dios nos amó, incluso antes de la fundación del mundo (Ef 1.4).

El amor de Dios nos consuela y conforta de manera personal. Pero su amor también hace posible que nos preocupemos por los demás. “Nosotros le amamos”, escribe Juan, “porque Él nos amó primero” (1 Jn 4.19). Podemos experimentar una profunda conexión con los demás, una vez que conocemos al Padre celestial.

Biblia en un año: JOB 39-42